Para todos los venezolanos, viajar representa una salida al estrés
diario. Últimamente ese estrés ha sido principalmente no conseguir la comida
completa para la familia, medicinas, herramientas, repuestos, etc. Sin embargo,
debido a la inflación tan alta hacer turismo nacional se hace cada vez más
difícil y analizando la relación costo/beneficio poco vale la pena. Las razones
son muchas por ejemplo, el hecho de que los servicios básicos en las zonas
turísticas de mayor prestigio están peor cada día (después de nacionalizadas
las redes hoteleras) ya que sufren de la misma falta de insumos además del
riesgo muy grande que existe en Venezuela por la delincuencia, el mal estado de
las mayor parte de las carreteras, las alcabalas de malandros y policías
corruptos, etc. Sin embargo, la naturaleza no conoce de políticas ni sociedades
y siempre nos regala unos paisajes y lugares hermosos en nuestro querido país
que dadas las condiciones son una potencia turística comparadas con cualquier
lugar en el mundo.
Pero, debido al modelo económico implementado por este y el anterior
gobierno, viajar al exterior (sin
importar a donde) represento una salida más razonable por dos razones. La
primera es la misma que ya mencione en el párrafo anterior con la salvedad de
que en el exterior se ofrece siempre un ambiente más seguro, hay una estructura
hotelera y de turismo completa, te respetan como consumidor, etc. Pero la
segunda es que gracias a la mafia del
mismo gobierno que raspaba (y seguirá raspando) los cupos otorgados de divisas
se ofrece una ventana de salida a la
crisis económica individual de cada uno de los ciudadanos que viaja, además por
supuesto de que puedes conseguir algunas cosas que están escaseando (medicinas,
panales, harina pan, etc) y a un precio en Bs equivalente al valor de cambio al
que se le otorgaron las divisas. Al mismo tiempo, para las personas que viven
en el exterior, el hecho de que un familiar pueda viajar representa la
esperanza necesaria de volver a sentir y abrazar lo que se ama.
Nada de lo anterior hay que negarlo, pero hay que decir que la verdadera
razón de que esto ocurra tiene que ver con las medidas económicas implementadas
por el gobierno hace más de 12 años y que lo hacen dependiente de bolívares en
efectivo para mover las mafias internas (y llenarle las manos a unos cuantos
militares que nunca se imaginaron tener tanta plata en su vida) y al mismo
tiempo resguardar unos cuantos dólares para ellos mismos. Sin embargo, el gobierno siempre supo que
mientras la clase media (jod…) viajase o tuviese acceso a ciertas divisas
“baratas” podría tener un respiro para actuar en función de consolidarse en el
poder a partir de la condescendencia de la clase menos favorecida.
Entonces, limitar aún más los dólares de viajeros me parece que puede
reflejar dos cosas: 1) puede ser que el
gobierno no le tiene más miedo a la clase media y que ya se siente seguro, por
lo cual esa herramienta que usaba no le hace más falta o 2) no saben que más hacer para capturar unos
dólares que están escaseando como nunca antes y están arriesgando todo a ver qué pasa. Confieso que me gustaría pensar
que es la segunda opción.
Si es así, pues se nos presenta a los venezolanos una nueva coyuntura
económica que determinara el futuro político-económico del país, aunque no ha
sido la única, tal parece que es la que mas esta afectando el sentir de un
grueso de personas que no estaban alteradas aun. Por lo tanto, no basta con
escribir nuestro descontento en paredes de Facebook ni en twitter son en
canalizar toda la energía posible para cambiar esa situación. Aprovechar que
existen movimientos Como los de voluntad popular y MUD organizados (aunque
naturalmente con algunas diferencias) con propuestas sobre cómo salir de este
gobierno democráticamente. por que no intentarlo?. Hay una gran oportunidad
para que se pueda ganar la mayoría de la asamblea. Pues allí es donde debe ser
canalizada la energía y exigir de los elegidos que exista una correcta
solicitud de rendimiento de cuentas sobre nuestro dinero.
El hecho de que todos nos lamentemos por la reducción del cupo de
viajeros enfocándonos apenas en que no se pueda dar el respiro de viajar una
vez al año para aliviar el estrés y ganar un dinerito extra es una muestra de
lo cómodo y al mismo tiempo egoísta que somos lo venezolanos frente a esta
situación de país.
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